


Asturias, Capital Mundial de la Poesía, contará inicialmente con 10.000 socios fundadores del Proyecto, (cifra que se superó en un par de meses, y que en la actualidad se acerca a los 20.000) que no asumen compromiso alguno por serlo. Reciben un carnet personalizado en el que se les acredita como impulsores y embajadores voluntarios de un proyecto único: vincular a una tierra, Asturias, y a sus habitantes, con la exaltación y promoción de la poesía cada 21 de marzo, para sumarse con las propias intenciones de Unesco al adoptar esta fecha: «honrar a los poetas, revivir tradiciones orales de recitales de poesía, promover la lectura, la escritura y la enseñanza de la poesía, fomentar la convergencia entre la poesía y otras artes como el teatro, la danza, la música y la pintura, y aumentar la visibilidad de poesía en los medios». Aspira, en definitiva, a ser un lugar de encuentro de todos los asturianos, y de quienes de dentro o de fuera de España se quieran unir a esta gran celebración.
Seleccionados entre los miles de Fundadores, habrá un Consejo de Fundadores compuesto por unas cien personas comprometidas con estos ideales.
El proyecto no necesita infraestructura, gastos en logística, ni de una sede permanente. Son suficientes las públicas y privadas existentes. Solo buscamos promover iniciativas públicas y de particulares. Queremos que los asturianos se regalen libros de poesía, o poemas creados o copiados por ellos mismos, en esas fechas. Queremos fomentar la presencia de versos en las redes, de los libros de poesía en la calle, versos en restaurantes, escaparates del comercio, clínicas y hospitales, taxis, autobuses, trenes y aviones, en las confiterías y panaderías; recitales, concursos, conferencias, charlas, pregones; que en las calles de nuestras ciudades y pueblos se recuerden versos que ya son patrimonio de la humanidad, reuniones literarias; realización de homenajes a insignes creadores; publicaciones especiales en la prensa, y recitales en la radio y la televisión, y obtener así una vinculación permanente entre Asturias, la poesía, los creadores y quienes quieran sumarse a esta iniciativa. Y, sobre todo, siempre abiertos a ideas, a iniciativas que enriquezcan el objetivo inicial.
«A medida que la poesía continúa uniendo personas en todos los continentes, todos están invitados a unirse», nos recuerda Unesco; y ese es nuestro objetivo último. «Esta es una iniciativa de largo aliento», afirma Graciano García, quien la contextualiza bajo el mismo impulso «utópico» con el que nacieron los Premios Princesa de Asturias y los galardones de ensayo y poesía que llevan el nombre de Jovellanos. «Para vivir con horizontes, para mirar más allá de lo inmediato, para ser un lugar de encuentro, para alejar la soledad, para no rendirse ante la noche de los días», resume.