La viuda de Pepe Cosmen ocupa la vacante de Juan Velarde: «Estoy feliz y encantada, es un honor, en Salas todos sienten la institución como propia».
Ninguno de los miembros del patronato de la Fundación Valdés-Salas dudó el pasado viernes de que su apoyo, implicación y una generosidad mucho más allá de la cortesía habían convertido a la patrona honorífica María Victoria Menéndez-Castañedo en la candidata ideal para ocupar la vacante en la presidencia de honor que había dejado vacante en febrero el fallecimiento del catedrático de Economía Juan Velarde.
La viuda de Pepe Cosmen recibió el nombramiento de presidenta honorífica de la Fundación Valdés-Salas «feliz y encantada». «No solo por el honor que supone», explicaba ayer a través de su hijo Jacobo Cosmen, «también, porque la fundación es muy activa en su pueblo natal, Salas, donde todo el mundo la siente como propia».
En parecidos términos se expresó el presidente de la institución, el economista Joaquín Lorences, quien retrató a María Victoria Ménendez-Castañedo como «una persona muy querida» que no solo apoya a la fundación con «una contribución económica importante» que extiende a programas específicos, como el de la restauración del mausoleo o la Colegiata de Salas. También, relató Lorences, es una persona «muy implicada» en todas las actividades, y de muchas maneras. Menéndez-Castañedo asiste con asiduidad a los actos, pero también organiza visitas para sus invitados al museo de San Martín, al de Santianes de Pravia o al de arte Sacro de Tineo. Pero por encima de todo, Lorences le agradece otro apoyo. «Cuando tenemos un acto protocolario importante nos ayuda mucho, porque nos abre su casa para acoger a un número muy grande de personas, y ese apoyo logístico es fundamental. Es tan generosa y todos se sienten tan bien que luego nadie tiene prisa en marchar», resume.
La elección, desarrollada en el hotel de La Reconquista, se hizo sin estar presente la hasta entonces patrona de honor, que se incorporó a la comida posterior acompañada de sushijos Jacobo y María Cosmen.