El pastor que no sabía rezar el rosario
Lugar: Soto / Sotu (Las Regueras / Les Regueres).
Narrador: Ángel Flórez, 69 años.
Grabación: J. S. L (2000)
Iba una vez un misionero haciendo una travesía de un pueblo a otro y veníase la noche encima d’él y tuvo miedo de que le saliera alguna fiera o eso. Y allí cerca había una cabaña donde un chiquillo de unos nueve años o diez estaba al tanto de una comuña de ganáu, y llegó el misionero y dice él:
—Oyes, niño, ¿podría quedarme esta noche aquí contigo?
—Sí, padre, ¿cómo no va a poder quedarse? ¡ Claro!
—Oyes, pues te lo agradezco mucho, porque tengo miedo que me salga una fiera o despeñarme por ahí… o tal.
—¡Sí, hombre, nada!, aquí tranquilo, dormimos aquí y cerramos por adentro y aquí no pasa nada.
Llegó la hora y diz el neno:
—Vamos a cenar.
—No, hijo, no, ¡qué va! ¡Cenar, qué va! No, no, yo solamente que me des el cobijo.
—No, padre, si yo en acabando la comida bajo al pueblo y subo más. Aquí no pasa nada, vamos a cenar.
Y cenaron, y desque terminaron de cenar, diz el neno:
—Padre…
—¿Qué quieres, hijo?
—¿Rezamos el rosario?
—Sí, hijo, claro, ¿cómo no? Vamos a rezar…
Y va el neno a un cajón y saca un rosario y empieza…
—Pasa María, pasa María, pasa María…
Y al llegar a la de diez:
—Pasar vos, Señor, que sois mayor…
Y así hasta que terminó el rosario. Cuando terminó, diz el neno:
—¿Qué tal?
—Muy bien, hijo, muy bien, lo haces muy bien; pero mira, yo lo sé de otra manera.
—¿Cómo lo sabe usté?
—Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte…
Después de rezar el rosario durmieron y por la mañana el misionero dice que se va. Y delante de la cabaña había un lago muy grande, que tenía que dar un rodeo muy largo. Y diz el neno:
—No tien falta de dar el rodeo, puede pasar por el medio del lago…
—Pero, ¿cómo voy a pasar por el agua?
—Mire…
Va el neno, tiró la gorra encima del agua y ponse encima de ella y aquella gorra no se hundía. Y con el bastón iba remando… Dio una vuelta por encima del agua y dice:
—¡Suba aquí!
—No, hijo, no, no subo, no…
—Si no pasa nada…
—No, prefiero dar la vuelta al lago, tengo tiempo…
Y se marchó el misionero por ahí p’allá. Y cuando iba allá lejos, dice el neno:
—¡Padre…!
—¿Qué quieres, hijo?
—¡No me acuerdo del rosario suyo…!
—¡Anda, hijo, anda…! Tú con «pasa María» y yo con «Dios te salve, María», estás tú bastante más cerca de Dios que yo.
Resumen / Summary
Un misionero pide hospedaje a un niño pastor en su cabaña. Al rezar el rosario, el pastor, que no conoce las oraciones, repite simplemente: «Pasa María» y «Pasar vos, señor, que sois mayor». El misionero le enseña la oración de la Salve. Al día siguiente, el pastor le muestra cómo cruza el lago sobre su gorra, remando con un bastón, e invita al misionero a acompañarlo, pero este rehúsa. Cuando el pastor advierte que ha olvidado la oración aprendida, el misionero le responde que no la necesita, pues está más cerca de Dios que él mismo.
A missionary asks a young shepherd for lodging in his hut. While praying the rosary, the shepherd—who does not know the prayers—simply repeats: “Come in, Mary” and “Come in, sir, for you are greater.” The missionary teaches him the Hail Holy Queen prayer. The next day, the shepherd shows him how he crosses the lake on his cap, rowing with a stick, and invites the missionary to join him, but he declines. When the shepherd realizes he has forgotten the newly learned prayer, the missionary replies that he does not need it, for he is closer to God than the missionary himself.
Comentario
Relato catalogado en The Types of International Folktales (2004), con el número ATU 827: A Shepherd Knows Nothing of God [El pastor que no sabía nada de Dios]. La antigüedad de este cuento-tipo queda atestiguada por su inclusión en la colección de relatos humorísticos compilada por el predicador alemán Johannes Pauli (1455-1530) bajo el título de Schimpf und Ernst [Burla y seriedad].

Johannes Pauli, Schimpff unnd Ernst (ed. 1535)
El relato anotado por Johannes Pauli figura bajo el título Der bettet: Miserere tui, Deus y su resumen es el siguiente: San Ambrosio viaja a una isla para conocer a un santo varón que allí vivía. Al hallarlo rezando, descubre que solo sabe decir: «Miserere tui, Deus». Ambrosio lo corrige enseñándole: «Miserere mei, Deus». Al marcharse en barco, el hombre corre sobre el agua tras él para pedirle que le repita la oración olvidada. Ante tal prodigio, Ambrosio le dice que siga rezando como lo hacía, reconociendo así su santidad.


Reedición de Schimpf und Ernst (1924) y texto original de la leyenda de referencia